Buscaron otra posición para poder acabar pero la cosa ya tenía poco arreglo. Mario bajó al sótano a vomitar a solas y Virginia se puso a llorar nuevamente. El olor a sucio ya estaba calando en sus almas y era prácticamente imposible obviarlo. Mario se limpia los restos secos de vómito y confiesa a Virginia que no le gusta la trompeta, que lo que a él realmente le mola es follar polacas. Virginia rompe la copa de vino en el suelo y se echa encima de Mario como una fiera sin comprender exactamente qué sentimiento ha pretendido plantar Mario en sus entrañas, si acaso ha pretendido plantar algo, si acaso ha pretendido algo, por miserable que resulte. De fondo, un disquito de música electrónica pasado de fecha, que es lo que a Virginia le gusta, el regusto desgastado de la música por nueva que parezca. Mario intentó conseguir el teléfono de Virginia, pero era tal la excitación que lo único que consiguieron fueron un par de maravillosos orgasmos a la luz de las velas y el aroma a basura que proporcionaba aquella esquina cerrada. Virginia acaba con el tocadiscos a martillazos y Mario se sienta al piano. Virginia lo abraza por detrás mientras de los dedos de Mario nacen vestidos y boleros con sonido de piano para su amor. Virginia llora de emoción y moja la boca de Mario con sus lágrimas. Mario cierra el piano y sale a pasear por una calle cualquiera de Málaga, sin el teléfono de Virginia, por supuesto.
Restos secos de vómito
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Publicado por Miguel Pérez
Miguel Pérez (Málaga, 1976) tiene su primer contacto con la música en la Banda Juvenil de Música de los Colegios Miraflores y Gibraljaire de Málaga, su ciudad natal, en cuyo conservatorio superior se gradúa posteriormente como Profesor de Solfeo, Teoría de la Música, Transposición y Acompañamiento, y Profesor Superior de Tuba. Desde 1990 compone en muy diferentes formatos que publica y estrena por todo el mundo, escribiendo música para radio, televisión, cine, y toda clase de espectáculos. Con Miguel Pérez Consort graba en 1999 Deus Meus, su primer lanzamiento discográfico, al que le seguirá un celebrado monográfico con sus composiciones dedicadas a la Semana Santa de Málaga que graba la Banda Municipal de Música de Málaga en el año 2006. Entre 2010 y 2020 escribe numerosa música para piano que culmina con el disco Treinta Años Escribiendo Música (2020), en el que Miguel Pérez vuelve a grabar una selección de su obra para piano. Afincado en Canarias desde 2007, y después de treinta años dedicados plenamente a la composición e interpretación musical en su sentido más personal, actualmente invierte su tiempo exclusivamente a la labor docente que desempeña como Jefe del Departamento de Música del IES Santo Tomás de Aquino en la isla de Fuerteventura. En los ratos que le sobra, escribe la música que le viene en gana, música que comparte con sus seguidores en Spotify y demás plataformas musicales en la red. Más en https://miguelperez.es/ Ver todas las entradas de Miguel Pérez
Rompe pianos, muerde corazones, araña pupilas…y que el vómito siempre sea recuerdo de tiempos buenos bebiendo Doradas en la barra de la Farándula
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Y que lo digas! Abrazo!
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