Las tripas de la perrita de Mayra

En realidad Gladys tenía la sangre trastocada por culpa de su reciente separación con su última novia. Gladys no soportaba la reciente reconstrucción personal de Mayra. Gladys arrancó las tripas de la perrita de Mayra de un único volantazo, sin pensarlo. Es el motivo real del desquicie de Gladys, que ahora ya no descansará hasta ver en los ojos de Juan la misma lágrima que brilla colgando del ojo izquierdo de Mayra la muerte de la perrita de Mayra brillando ahora en la mirada satisfecha de Gladys que desconoce por completo qué significado retiene como una enfermedad incurable la mirada enloquecida de Juan intentando colarse entre los pechos de Gladys a la misma hora todas las mañanas en la parada de la plaza de Puntagorda. Juan sentía por dentro un pellizco, un asco mezclado con tal cantidad de placer que era prácticamente imposible no pasarlo bien. Gladys gastaba las horas del día untando en su cuerpo cremas y más cremas, preparando el acontecimiento. A Juan se le escapaban los días pensando en Gladys…

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