Tula estaba liada. Aterrizó en Puerto Rico para desconectarse absolutamente y aún así seguía sin encontrar el sentido de su existencia. Tula era abogada pero estaba en paro y se ganaba la vida escribiendo informes al gobierno por un sueldo que le permitía la existencia compartida con dos amigas más en un estudio y poco más. Tula era una rubia resultona y simpática de esas que nunca pasan desapercibidas y sus dos amigas lo sabían bien. Sus dos amigas lo sabían de sobra porque en las fiestas Tula se descolgaba de ese enlace que las unía para unirse a otros elementos mucho más atractivos para la desorientada existencia de Tula. No podía evitar esa atracción que despertaba en todos, en todas, y Tula paseaba con esmero sus lindos ojillos confusos detrás de la cortina de humo del tabaco francés que fumaba Tula, que siempre fumaba tabaco francés a pesar de todo. Tula ríe un chiste fácil de una de sus compañeras de piso y aterriza en la mirada de Tula la mirada de Miguel, que no titubea en absoluto ni deja desvanecerse ante los encantos de Tula, que derretida por el suelo le pide un cigarro. Miguel le dice que sólo tiene el que sostienen sus labios, mientras coloca el cigarrillo en los labios de Tula. Tula despeinada de nerviosismo da una calada y vuelve a colocarlo en los labios de Miguel lentamente, aprovechando el gesto de coherencia y formalismo para acariciar con sus dedos los aterciopelados labios de Miguel. Miguel comprende el divertido juego de Tula y aprovecha el gesto para devolvérselo y probar los suaves labios de Tula, que ya no puede más y comienza a lamer suavemente la cara oculta de los dedos de Miguel. Tula estaba muy contenta y excitada con su nuevo juego. Miguel también, así que deciden mezclarse con la gente y encontrarse en los servicios cara a cara, sin cigarrillos de por medio ni cortinas de humo que puedan distraer la reacción sexual de ambos. Tula cierra el pestillo del servicio de caballeros y comienza a emborronar a besos a Miguel, que le saca las tetas de su camisa blanca y se las come con la avaricia del tiempo que se escapa. Se penetran el uno al otro y cuando ya están bien desbaratados, deshechos de tanto amor en tan poquito tiempo, salen con cierto éxtasis en sus miradas que los delata cara a los pocos que todavía quedan en la fiesta. Las dos amigas de Tula ya se han marchado. Miguel invita a Tula a su casa pero Tula no se fía y vuelve a casa por navidad. Ya en Málaga Tula acaba de tener una hija de Miguel que va a llamar Libertad como otras veces, que por supuesto -como en otras ocasiones- ha devorado después de comprender, como otras veces, que prefiere seguir devorando antes que ser devorada.
La desorientada existencia de Tula
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Publicado por Miguel Pérez
Miguel Pérez (Málaga, 1976) tiene su primer contacto con la música en la Banda Juvenil de Música de los Colegios Miraflores y Gibraljaire de Málaga, su ciudad natal, en cuyo conservatorio superior se gradúa posteriormente como Profesor de Solfeo, Teoría de la Música, Transposición y Acompañamiento, y Profesor Superior de Tuba. Desde 1990 compone en muy diferentes formatos que publica y estrena por todo el mundo, escribiendo música para radio, televisión, cine, y toda clase de espectáculos. Con Miguel Pérez Consort graba en 1999 Deus Meus, su primer lanzamiento discográfico, al que le seguirá un celebrado monográfico con sus composiciones dedicadas a la Semana Santa de Málaga que graba la Banda Municipal de Música de Málaga en el año 2006. Entre 2010 y 2020 escribe numerosa música para piano que culmina con el disco Treinta Años Escribiendo Música (2020), en el que Miguel Pérez vuelve a grabar una selección de su obra para piano. Afincado en Canarias desde 2007, y después de treinta años dedicados plenamente a la composición e interpretación musical en su sentido más personal, actualmente invierte su tiempo exclusivamente a la labor docente que desempeña como Jefe del Departamento de Música del IES Santo Tomás de Aquino en la isla de Fuerteventura. En los ratos que le sobra, escribe la música que le viene en gana, música que comparte con sus seguidores en Spotify y demás plataformas musicales en la red. Más en https://miguelperez.es/ Ver todas las entradas de Miguel Pérez