Un año más por Navidad he vuelto a la Parroquia Madre del Buen Consejo a llenar su atmósfera con mi música. Y como siempre suele pasar, esa energía me ha venido devuelta multiplicada. Este concierto he querido dedicárselo a mi amigo Miguel Romero Esteo, que recientemente nos dejó, y al que le encantaba mi música. Gracias a mis amigos y amigas de toda la vida, por la incondicionalidad, a mis amigos y amigas virtuales que hoy se han hecho de carne y hueso, a las personas que no conocía y a los que con tanto cariño se acercaron a felicitarme, y por supuesto, a Rafa, por ayudarme a aportar mi granito de arena en forma de música, a mi familia, por su eterno apoyo siempre, y a mi querida Belén, motor de mi inspiración desde que la conozco hace justo un año. Se os quiere.
Miguel Pérez 