Llegó la hora de retirarse. A veces es necesario borrarse del mapa y apreciar el paisaje desde lejos. El mismo disco de Tete, ese sabor antiguo que desde siempre acompañaba a sus cigarrillos a la hora de escribir era justo lo que Mario necesitaba. El tiempo de las cervezas se iba perdiendo en el propio tiempo, a emborronarse con demasiadas historias de amor sin final. Las historias de Mario nunca tienen final. Mario prefiere arruinarse en medio de mil situaciones que no terminan para así tener la sensación de una vida intensa, quizá una vida que no es siquiera la propia vida de Mario, que gasta sus últimos años en el asilo escribiendo un disco para piano que jamás terminará. Y es que, la música de Mario nunca termina, es un bucle infinito en fase de inspiración, paellas y botellas de Oporto que parecen siempre la misma y que por pequeños detalles no dejan de plantar cosas hermosas y nuevas en el corazón de Mario, que improvisa e improvisa sin parar una nueva historia de amor para no terminarla nunca, hilos de inspiración y calentura que huelen a recuerdo y al aroma salino de la novedad en cualquier mes siempre de otoño, y siempre con una hermosa nube azul que intenta dibujar algo para no acabarlo jamás, una serpiente o una corbata que se cuelga de la nada para desaparecer como cuando Tete acaba un tema muy lento y muy hermoso en un viejo piano que transcribe un viejo tocadiscos en la sala de usos múltiples del asilo donde Mario intenta recordar su vida para inventarla una vez más, o menos, según se mire.
Las historias de Mario nunca tienen final
Publicado por Miguel Pérez
Miguel Pérez (Málaga, 1976) tiene su primer contacto con la música en la Banda Juvenil de Música de los Colegios Miraflores y Gibraljaire de Málaga, su ciudad natal, en cuyo conservatorio superior se gradúa posteriormente como Profesor de Solfeo, Teoría de la Música, Transposición y Acompañamiento, y Profesor Superior de Tuba. Desde 1990 compone en muy diferentes formatos que publica y estrena por todo el mundo, escribiendo música para radio, televisión, cine, y toda clase de espectáculos. Con Miguel Pérez Consort graba en 1999 Deus Meus, su primer lanzamiento discográfico, al que le seguirá un celebrado monográfico con sus composiciones dedicadas a la Semana Santa de Málaga que graba la Banda Municipal de Música de Málaga en el año 2006. Entre 2010 y 2020 escribe numerosa música para piano que culmina con el disco Treinta Años Escribiendo Música (2020), en el que Miguel Pérez vuelve a grabar una selección de su obra para piano. Afincado en Canarias desde 2007, y después de treinta años dedicados plenamente a la composición e interpretación musical en su sentido más personal, actualmente invierte su tiempo exclusivamente a la labor docente que desempeña como Jefe del Departamento de Música del IES Santo Tomás de Aquino en la isla de Fuerteventura. En los ratos que le sobra, escribe la música que le viene en gana, música que comparte con sus seguidores en Spotify y demás plataformas musicales en la red. Más en https://miguelperez.es/ Ver todas las entradas de Miguel Pérez