Manejar la honestidad no era tarea fácil. Aquellos años eran confusos, como cuando el paisaje se emborrona con las nubes cuando miras por la ventana de un avión rumbo a una isla. Las nuevas formas de hacer literatura y de expresarse en general mantuvieron durante décadas confundidos a todos los humanos. La gente no encontraba tranquilidad, y la música no encontraba el espacio en el tiempo, sólo se usaba de fondo para follar y poco más. El mundo estaba preocupado por la moneda de cambio, por la última generación de condones, y el no pararse a despreocuparse de todo fue su máximo error. La gente comenzó a trepar, a cambiar verbos, adjetivos, y tonalidades de sangre, a no olvidar. Los compases se confundían, y ya solamente valía la mentira, estábamos tan cansados que averiguar si se usaba o no la verdad era una actividad tediosa destinada para estúpidos. Nada era igual sin Eva, la echábamos de menos. La fruta y los zumos estaban preparados, pero Eva, nada va a ser igual sin ti. Nos acostumbramos a los manjares de la vida en tu compañía, y este espacio se hace pequeño, distinto, y complicado sin ti. Te mando una flor dibujada en tu cuerpo, allá donde estés. Sólo deseo que sigas vibrando, con la misma intensidad que cuando te conocí…
La pecera de Eva
- Etiquetado
- Literatura
- Miguel Pérez
- Narrativa
Publicado por Miguel Pérez
Miguel Pérez (Málaga, 1976) tiene su primer contacto con la música en la Banda Juvenil de Música de los Colegios Miraflores y Gibraljaire de Málaga, su ciudad natal, en cuyo conservatorio superior se gradúa posteriormente como Profesor de Solfeo, Teoría de la Música, Transposición y Acompañamiento, y Profesor Superior de Tuba. Desde 1990 compone en muy diferentes formatos que publica y estrena por todo el mundo, escribiendo música para radio, televisión, cine, y toda clase de espectáculos. Con Miguel Pérez Consort graba en 1999 Deus Meus, su primer lanzamiento discográfico, al que le seguirá un monográfico con sus composiciones dedicadas a la Semana Santa de Málaga que graba la Banda Municipal de Música de Málaga en el año 2006. En 2010 decide continuar su carrera en solitario y graba Biotza, su primer trabajo como compositor e intérprete al piano. A éste le siguen Oporto (2013), Amanay (2015), Siroco (2017), Amaltea (2019), Improvisaciones 2019 (2019), Improvisaciones 2020 (2020) y por último Treinta Años Escribiendo Música (2020), en el que Miguel Pérez vuelve a grabar una selección de su obra para piano. Afincado en Fuerteventura desde 2007, actualmente compagina la docencia con su labor como compositor. Más en https://miguelperez.es/ Ver todas las entradas de Miguel Pérez