
Amanece que no es poco




Hoy la música celebra su día, y yo lo celebro escribiendo.
La sinfonía que llevo entre manos avanza despacio, casi en secreto, como si cada compás buscara su propia respiración. Hay momentos en los que la escritura se convierte en un espacio de claridad: una forma de escuchar el mundo con más calma, de colocar dentro lo que fuera a veces se desordena.
Esta tarde continuaré la celebración en Tenerife, escuchando El holandés errante en directo.
No es solo asistir a una ópera; es recordar que la creación también se alimenta de la mirada de otros, de la fuerza de una orquesta vibrando en el aire, de ese instante en el que la sala entera respira a la vez.
En un día como hoy, mi felicitación va para todos los músicos: intérpretes, compositores, docentes, estudiantes, quienes sostienen este arte con disciplina, sensibilidad y amor. Sin ellos, el mundo sería un lugar sin eco.
Comparto aquí una playlist con mi música para piano de estos últimos años.
Casi cinco horas de piezas que han ido naciendo entre viajes, silencios y días de trabajo lento.
Por si a alguien le apetece entrar en ese pequeño lugar donde todo empieza.

Aquí os dejo mi Tema de Amor de aquellos maravillosos años ❤️❤️❤️
