



Hoy mi madre cumple 84 años, y no encuentro mejor forma de expresarlo que compartiendo esta imagen cargada de emoción y gratitud. A su lado, mi padre, compañero de vida, y frente a ellos un pastel sencillo que simboliza algo inmenso: la alegría de seguir juntos, compartiendo momentos que se vuelven eternos.
Estos 84 años representan una historia de esfuerzo, amor y entrega que sigue iluminando nuestras vidas. Un ejemplo que me acompaña también en mi música y en cada paso que doy.
¡Felicidades mamá! 🌹

Siempre he sentido que La Bohème es mucho más que una ópera. Y es mi predilecta, además de por el derroche de frescura e inspiración de Puccini en estas páginas, porque en ella puso la vida en estado puro: la amistad luminosa, el amor que arde sin aviso, la pobreza que se vence con risas, y esa despedida final que nos quiebra una y otra vez, aunque sepamos que va a llegar.
Lo que viví con la retransmisión desde la Arena de Verona —grabada en julio de 2024— en el cine frente a mi casa en Málaga fue una de esas experiencias que te transforman. La puesta en escena, poderosa y delicada a la vez, tenía el don de convertir la monumentalidad del anfiteatro en pura intimidad, como si en ese inmenso escenario se escuchara el susurro de una buhardilla parisina.
La orquesta, bajo la dirección apasionada de Daniel Oren, respiraba Puccini con cada compás, y el coro llenó de vida los grandes cuadros colectivos, sin perder nunca la hondura de los silencios. Entre los protagonistas, me emocionó especialmente el Rodolfo de Vittorio Grigòlo: un poeta encendido, con un fraseo ardiente, capaz de sostener la ternura en medio de la llama.
Y después apareció ella: Juliana Grigoryan. Su Mimì es deslumbrante. No es un papel que interpreta: es un ser que encarna desde la raíz. Basta su primera mirada para entender que Juliana nació siendo Mimì. Su voz, con un legato cristalino, un fiato impecable y una expresividad que no conoce artificio, atraviesa como un rayo y acaricia como un suspiro. De cerca enamora, porque cada gesto suyo canta incluso antes de abrir la boca.
Salí de aquella noche con la certeza de que había asistido a una experiencia irrepetible. Y fue tan poderoso el deslumbramiento que el próximo 5 de julio estaré en Londres, en la majestuosa Royal Opera House, para volver a verla dar vida a Mimì, esta vez en persona.
Mientras llega ese día, invito a quienes comparten esta pasión a dejarse arrastrar también. Pinchando podrán ver la retransmisión íntegra de La Bohème, emitida en directo el domingo 2 de abril de 2023 desde el Teatro Amintore Galli, Rimini (Italia), con Juliana Grigoryan como Mimì y Alessandro Scotto di Luzio como Rodolfo, bajo la dirección musical de Nicola Paszkowski. Un pequeño bocado —una antesala luminosa— para entender por qué su Mimì conmueve de verdad:
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Busquen esta Bohème de la Arena de Verona. Véanla. Escúchenla. Sientan cómo la música de Puccini vuelve a ser vida en manos de estos artistas. Porque lo que ocurrió en Verona no fue solo ópera. Fue verdad. Y lo seguirá siendo cada vez que Juliana cante (pincha en la foto para ver La Bohème de la Arena de Verona).

A veces los números también tienen alma. En Amazon Music, mi piano ha superado las 150.000 reproducciones en solo una semana.
No son cifras: son instantes. Instantes en los que alguien se detuvo, cerró los ojos y dejó que las notas le acompañaran.
Gracias por escuchar, por hacer que la música se convierta en algo más que un murmullo.
Gracias por darle sentido a cada silencio y a cada acorde.

Hay instantes que trascienden lo cotidiano y se vuelven memoria viva. Ayer, en la barbacoa ofrecida por el maestro José Antonio Molero, la música se coló entre el rumor de las conversaciones, la risa compartida y el crepitar de las brasas.
La fotografía detiene ese instante: yo, sentado al piano, mientras el maestro Molero, a mi lado, inclina su mano sobre las teclas. Un gesto sencillo que encierra todo lo que significa compartir música y amistad.
Entre los presentes, también brilló la compañía de mi querido compañero y maestro Javier Moreno, y la de Miguel Ángel Vargas, cuya cercanía añade siempre hondura y calidez a cada encuentro.
Gracias, maestro Molero, por abrirnos tu casa. Hay veladas que no necesitan escenario para volverse eternas: basta la amistad, la música y la gratitud.

La Feria de Málaga 2025 fue, para mí, también un reencuentro con la alegría compartida. En el Real, tuve la fortuna de celebrarla junto a dos grandes amigos y músicos de la Sinfónica Pop del Soho, la orquesta del Teatro del Soho CaixaBank: Miguel, clarinetista de talento brillante y generosidad sincera, y Jaime, oboísta de sensibilidad exquisita y carácter entrañable.
Entre risas, conversaciones y el bullicio de la feria, la música parecía acompañarnos en cada paso, como si el tiempo mismo se dejara llevar por el compás de la amistad. Fue una noche sencilla y, a la vez, memorable: de esas que se guardan para siempre en la memoria luminosa de Málaga.

Mi música sigue encontrando caminos para llegar a nuevas personas.
Hoy celebro que Baby bird ha sido utilizada en más de 8.000 vídeos en TikTok, alcanzando audiencias globales y demostrando la fuerza de la música para conectar con la vida cotidiana.
👉 Puedes escucharla en todas las plataformas aquí: https://ffm.bio/miguelperezdiaz
